Al principio todo es desmontar

La carcasa, con la carbonilla que va acumulando y todo lo impregna por dentro

...No lo parece mucho, pero aquí ya estaba limpia

El bobinado, como todo ahí dentro, con su buena ración de carbonilla. Llega un momento en que las escobillas dejan de hacer contacto eléctrico, con lo que el motor no se mueve, produciendo el famoso "motor pegado".

Limpiando con paciencia y rascando cada ranura, hasta que se vea brillar el bobinado y se aprecien las ranuras de nuevo...

Aquí un detalle de la tapa, donde van insertadas las escobillas (cerca del eje, aproximadamente a las 5 de un reloj, asoma como un taquito: creo recordar que es una escobilla. Desde luego, tienen esa forma y tamaño). Ese collarín interno se desmonta y se sacan las escobillas. No es difícil.

Lo dicho: desmontamos con cuidado, limpiamos a conciencia, cambiamos escobillas, engrasamos las partes móviles con grasa consistente y... Volveremos a estrenar motor de arranque!
